Se dice que lo que nos diferencia
de los animales es cocinar, pienso que también el cocinar es lo que nos
diferencia de los robots, de las máquinas, cocinar como algo más que un acto de
transformar un alimento, sino como un fenómeno que requiere de la integración
de los sentidos y que configura sucesos impermanentes.
Entonces pienso en un cuerpo que
debido a la transformación que supone toda una vida de uso, necesita aditamentos, prótesis, artefactos, para suplir aquello que falta o potenciar lo que se tiene; extensiones que
posibilitan otros movimientos, otras formas de hacer, de ser y de mirar.
Aguatinta, barniz blando y serigrafía
50 x 70 cm (tamaño del papel)
2016
Azúcar y serigrafía
50 x 70 cm (tamaño del papel)
2016
Aguatinta y serigrafía
39 x 53 cm (tamaño del papel)
2016
Aguatinta y serigrafía
39 x 53 cm (tamaño del papel)
2016